Un anciano se enfrenta al alzheimer narrando su día a día y decide investigar un crimen que (todavía) no se ha cometido.Pedro tiene 87 años, es viudo y vive solo. Le gusta la soledad, pero le aterra perder la cabeza. Sus cuatro hijas, sobre todo la Gestapo y la Astróloga, viven pendientes de él porq...
Un anciano se enfrenta al alzheimer narrando su día a día y decide investigar un crimen que (todavía) no se ha cometido.Pedro tiene 87 años, es viudo y vive solo. Le gusta la soledad, pero le aterra perder la cabeza. Sus cuatro hijas, sobre todo la Gestapo y la Astróloga, viven pendientes de él porque sufre pequeños despistes: no sabe dónde ha dejado las gafas, las llaves o el mando a distancia. Un día se le estropea la tele, sale a la calle dispuesto a comprarse una nueva, pero cuando llega al hipermercado ha olvidado para qué ha ido, y regresa a casa con pollo cortado en filetes y cuatro limones. Está realmente asustado. Conoció el alzhéimer de su mujer. Sabe que es una enfermedad devastadora y sin remedio. Su doctora le ha recomendado que ejercite la memoria con una grabadora, hablando de su día a día y recordando su vida. Así lo hace. Sucede que estos aparatos modernos tienen mucha potencia, y Pedro capta accidentalmente una conversación de sus vecinos. Pronto se aficiona al espionaje, sofistica sus procedimientos de escucha, y comienza a sospechar que su vecino Andrés, un viejo todavía más viejo que él, está en peligro: su sobrina lo quiere matar para heredar el piso. A medida que progresa en sus escuchas siente Pedro que avanza también su enfermedad. Los despistes son cada vez mayores, requiere más atención, y cuanto más inseguro se siente en su vida cotidiana más empeño pone en averiguar si lo que escucha al otro lado de la pared es un complot criminal o un delirio. Se hará amigo de su vecino Andrés, sin dejar de espiarle. También espiará a su sobrina. Y al amante de su sobrina. Todos sus esfuerzos no evitarán la muerte de Andrés. Tenía noventa y tres años. ¿Muerte natural? ¿Lo han matado? Pedro llega a la conclusión de que ha tropezado con unos asesinos en serie de ancianos. Quizás, quizás, quizás es la transcripción del diario hablado de Pedro durante tres meses. El tono desinhibido y desenfadado genera una atmósfera cómica alrededor de dos historias trágicas: la investigación de una trama criminal y la lucha de un anciano contra la enfermedad, la desmemoria y la muerte.
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